Ser madre freelance: algunas situaciones que debes enfrentar

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El momento en que una es madre es el más bello de la vida pero también el más dramático respecto de las decisiones que se tienen que ir tomando. De momento parece que la vida propia queda relegada a un lado, sin embargo, cuando aparecen alternativas como el trabajo freelance todo parece poder encaminarse. (¡Al menos parece!) Una cree que el cielo finalmente ha dado el sí y sin corridas ni contratos de niñeras incumplidoras se dispone a armar la oficina en casa. Pero trabajar mientras se cría a los niños no es una tarea sencilla y quien haya pasado por lo mismo sabrá por qué lo digo.

Las situaciones a la que se enfrenta una madre freelance

El mimo

Sucede que durante el trabajo freelance sueles tener llamadas por Skype, por ejemplo, que poco entiende una niñita de 2 años cuando lo único que tienes enfrente es un monitor y estás abstraída por unos auriculares. Ella solo te ve hablar pero sus necesidades siempre van primero, te pregunta, te pide y siempre que estás ultimando algún detalle nace el llanto desgarrador porque la madre no abandona el diálogo en el que está inmersa. Es así como nace: “la mamá Mimo”. Mediante mil gestos, movimientos del cuerpo y las manos (puesto que no puedes hablar ya que te encuentras en un call) tratas de hacerle entender que, en un rato podrás darle lo que ella te pide.

El soborno

Si hay algo que no puede faltarle a la mamá freelance es una bolsa oculta con los mejores dulces. Solo tienen que salir a relucir en el momento en que debes concentrarte en una charla o una tarea y no deja de insistirte en que tienes que prestarle atención. Las mejores son las paletas puesto que entretienen por más tiempo y ¡casi no permiten hablar!

El notebook viajero

Quien no se haya acercado a su hijo/a con los auriculares puestos y el notebook en otra mano puede estar exenta de considerarse una mamá freelance. El título lo obtendrás cuando termines cambiando un pañal, incluso en medio de una teleconferencia.

El grito desgarrador

Suele ser el grito de gracia, ese que emite una mamá freelance cuando tiene un hijo que apenas gateando llega al CPU del ordenador justo en el momento en que estaba por dar el guardado final a un proyecto interminable. ¿Tanto puede atraer el botoncito de encendido?

El puesto de bebidas

Si hay algo que no puede faltarle a una mamá freelance es un kit con al menos 10 vasos de plástico acordes para los niños. Nunca comiences una tarea sin preparar antes la barra de bebida para que tu niño pueda servirse. Hay una ley implícita que dice que siempre que tengas urgencia en una entrega tu hijo tendrá hambre, sed y (si dejó los pañales) ganas de hacer sus necesidades.

Entretenimiento de punta

Claro que depende de la edad del niño pero no hay call que no pueda completarse si se tiene la película adecuada, una Tablet con juegos acordes o un juguete desconocido (que no implique tu presencia, claro). Siempre que necesites unos cuantos minutos seguidos tendrás que tener un as debajo de la manga para que aparezca cuando se inquieten las aguas.

Equipamiento gemelo

No hay dudas: tu hijo querrá siempre lo que tú tienes. Por ello es necesario que armes un kit semejante al tuyo (de juguete, claro) para que puedas manejar tu mouse sin que se lo lleve corriendo alrededor de la mesa, puesto que tiene el suyo propio. Te aseguro que no es un gasto más, es una inversión.

Entrenamiento a una mano

Puede que en tu trabajo de oficinista te hayas esforzado por ganar velocidad en el tipeo a dos manos. Pues bien, cuando eres una mamá freelance tienes que ganar más destreza en el tipeo a una mano. Una pequeña línea de fiebre en tu hijito puede tenerte todo el día tipeando con tu mano libre puesto que será inevitable que lo cargues a upa por gran parte de las horas.

La palabra justa

No es que no queramos jugar con nuestros hijos, pero claro, si tengo la oficina en casa tengo que trabajar. Por ello siempre tienes que tener un listado de frases oportunas que dirás siempre que necesiten llamarte tu atención: ¡Qué bueno! ¡Es hermoso! ¡Perfecto eso! Son esas frases que te irán haciendo salir del paso hasta que realmente cierres tu trabajo y te puedas dedicar a jugar como bien se merecen. Una mamá freelance pone todas las estrategias anteriores en juego porque lógicamente lo que más quiere es finalizar rápido sus proyectos para tener ese recreo en el que verdaderamente se sentará y disfrutará junto a sus hijos, puesto que eso es lo que estaba buscando en el momento en que decidió quedarse a trabajar en casa. ¡Lidiar con trabajo e hijos es posible! Solo hay que tener un poquito de imaginación y la certeza de que todo se hace por amor.

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